Advertencia en Pachuca: Costosa Multa por Desperdicio de Agua el Sábado de Gloria
Por:
Guadalupe Ibarra
28 de marzo de 2024, a las 12:58
Imagen de El Sol de México
En medio de la celebración de Semana Santa, los habitantes de Pachuca han recibido una advertencia sobre el riesgo de incurrir en una costosa multa por el desperdicio de agua durante el Sábado de Gloria. La Comisión de Agua y Alcantarillado de Sistemas Intermunicipales (CAASIM) ha hecho hincapié en la importancia de conservar el vital líquido, especialmente en un momento en que la ciudad enfrenta una crisis por el prolongado estiaje.
Esta advertencia surge en un contexto donde persiste la costumbre, basada en creencias católicas, de arrojar agua durante el Sábado de Gloria. Sin embargo, la situación actual exige un uso responsable del recurso hídrico para garantizar su distribución equitativa a todas las viviendas.
La CAASIM recuerda que el acceso al agua es un derecho universal, pero diversos factores, como la sequía que afecta al municipio y al estado de Hidalgo en general, dificultan su cumplimiento. Por ello, se hace un llamado a adoptar una cultura del cuidado del agua, que incluya prácticas como reducir el tiempo de la ducha y cerrar las llaves mientras no se esté utilizando el agua.
En cuanto a las sanciones por desperdiciar agua, la CAASIM señala que estas están respaldadas por la Ley Estatal de Agua y Alcantarillado para el Estado de Hidalgo. Las multas pueden oscilar entre 1,302 y 6,514 pesos, dependiendo de la gravedad de la infracción, lo que representa un impacto significativo en los bolsillos de los infractores.
Para reportar casos de desperdicio de agua, la CAASIM ofrece opciones anónimas y sencillas, como llamar al número 771 478 24 00 o escribir a las redes sociales oficiales. Es fundamental la colaboración ciudadana para preservar este recurso tan preciado, especialmente en un contexto de sequía excepcional que afecta a numerosos municipios de Hidalgo.
La tradición de mojarse el Sábado de Gloria tiene raíces históricas que se remontan a la Edad Media, cuando la Iglesia católica levantaba la prohibición de bañarse durante la Semana Santa como parte de un acto de purificación previo a la resurrección de Jesús.
Con información de La Silla Rota