El consumo de cannabis, también conocido como marihuana, puede tener una serie de efectos físicos y psicológicos que pueden afectar la salud de quienes la consumen, especialmente entre la juventud. Según la Secretaría de Salud de Hidalgo, algunos de estos efectos incluyen:

1. Efectos físicos: Entre los efectos físicos del consumo de cannabis se encuentran el ligero aceleramiento del ritmo cardíaco, dilatación de los vasos sanguíneos, enrojecimiento de los ojos, aumento del apetito, sequedad en la boca, mareo y pérdida de la coordinación.

2. Efectos psicológicos: El consumo de cannabis puede provocar sensaciones de relajación o euforia, fatiga, disminución de la concentración, alteración de los sentidos, alteración en la percepción del tiempo, la atención y la toma de decisiones. También puede generar un estado de apatía y falta de motivación para realizar tareas, así como episodios de ansiedad y paranoia, incluso con dosis bajas.

3. Riesgos para la salud mental: El consumo habitual de cannabis puede desencadenar trastornos mentales latentes como psicosis o esquizofrenia en personas con predisposición genética. Además, puede provocar alteraciones en procesos mentales como la disminución de la concentración y la falla de la memoria a corto plazo.

4. Efectos no deseados: Uno de los efectos no deseados más comunes es la abrupta disminución de la presión arterial, que puede causar malestar generalizado, náuseas, mareos, vómitos, piel pálida, ansiedad y desorientación.

Además, el consumo de cannabis puede llevar al desarrollo de dependencia o adicción, caracterizada por la pérdida de control en el consumo y la aparición del síndrome de abstinencia.

Ante estos riesgos para la salud, la Secretaría de Salud de Hidalgo invita a la población a buscar ayuda en los Centros Comunitarios de Salud Mental y Adicciones, así como a comunicarse a la Línea de la Vida 800 911 2000. Es importante tomar conciencia de los riesgos asociados al consumo de cannabis y buscar apoyo en caso de necesitarlo.